Cameron Edwards, candidato a gobernador por el estado de Nueva York, ha llegado al límite de su paciencia. Su hija, Brooklyn, no cesa de protagonizar escándalos que han conseguido mermar su popularidad en las encuestas. Por ello, y para limpiar su imagen, le propone un trato: tendrá que aparecer en público con un novio formal.
Brooklyn continúa soñando con su príncipe azul, aquel al que con tan solo cinco años descubrió desde la escalera de su casa mientras contemplaba el mundo de los adultos. Sin embargo, todavía sigue esperando a que un príncipe encantador aparezca, aún vive en casa de sus padres y regenta un negocio de tartas que no rinde.
Cuando su padre le propone fingir un noviazgo con Jonathan, Brooklyn sabe que acabará sufriendo, pero necesita centrarse en su trabajo, ayudar a su familia y, de paso, tener la oportunidad de acercarse al hombre que se apropió de sus sueños infantiles.
Una novela ambientada en Nueva York, entre las lujosas avenidas de Manhattan y las elegantes casas de los barrios residenciales.
La autora vuelve a crear una historia con ese aire de cuento y el estilo que la caracteriza.
Una protagonista con la que muchas lectoras pueden sentirse identificadas, joven, idealista, que detesta las injusticias y que sigue suspirando por su amor de la infancia.
El hecho de combinar la narración en primera y en tercera persona hace que sea ágil y dinámica.
Cargada de momentos de tensión sexual que mantendrán a las lectoras expectantes ante una historia de amor que se fragua a fuego lento.
Novela entretenida, fresca, con diálogos divertidos, situaciones comprometidas y temas muy actuales.