«Rockville. Siete de la mañana. Un policía descubre una escena insólita: alguien ha entrado en unos almacenes de la policía. ¿Qué se ha llevado? Información que podría ser peligrosa en manos equivocadas. ¿Qué ha dejado? Un rododendro. Una flor que reavivará un dolor casi insoportable.
Sandy Strunk, un expolicía reconvertido en investigador privado, se verá implicado en el caso a través de un amigo que exige su ayuda, el jefe de Policía. Pero pronto descubrirá que los focos siempre estuvieron sobre él. Un asesino cargado de un horrible rencor pondrá en Jaque a la policía desplegando un juego de maldad, dolor y muerte, con un final preestablecido: colocar a Sandy cara a cara con la muerte una vez más.
Teme al Hombre Ilusorio. No puedes verlo, pero está en todas partes.»
Un thriller que se adapta a la perfección al género ya que consigue mantener al lector en tensión durante toda la narración.
El autor juega con el presente y el pasado de los protagonistas creando un trasfondo que consigue aumentar más, si cabe, la incertidumbre del relato.
El argumento es claro y a la vez complejo ya que, no sólo narra los hechos que le ocurren a nuestros protagonistas sino que también intercala una historia pasada que será el detonante del relato y que dará lugar a la resolución del mismo.
Rododendro es un thriller que engancha y mantiene en vilo al lector. Suspense en estado puro.
Una historia donde el odio y la venganza se muestran demasiado poderosos.