¿Por qué algunos países son menos corruptos y están mejor gobernados que otros? Este libro pone en duda los argumentos convencionales que explican las grandes diferencias existentes en la calidad del gobierno en todo el mundo. Sostiene, además, que la organización de la burocracia del Estado es un factor crítico, aunque muchas veces ignorado.
Los países donde los funcionarios de las burocracias públicas son reclutados por sus méritos funcionan mejor que aquellos donde los empleados públicos deben sus puestos a conexiones políticas. Son gobiernos de alta calidad, que actúan con imparcialidad, no incurren en prácticas corruptas y usan los recursos públicos disponibles de manera eficaz.
¿Qué ocurre cuando la actividad de los políticos y los funcionarios está tan entremezclada que la carrera de los segundos depende de las decisiones de los primeros? Lo más probable es que, como sucede en España, la corrupción abunde y la administración sea ineficaz.
Dahlström y Lapuente manejan una gran cantidad de datos comparativos y de ejemplos de corrupción, que van desde la Gürtel al saqueo del Ayuntamiento de Marbella, o de muestras de ineficiencia, como la construcción de aeropuertos fantasma. Con ellos, abren un debate que suele eludirse en nuestro país: el que hace referencia a la endogamia entre la política y la administración pública; el hecho de que tantos políticos españoles sean funcionarios y que muchos funcionarios no puedan ascender si no es agradando a los políticos.
Organizando el Leviatán presenta una aproximación científica sobre las razones que se encuentran detrás de las diferencias de calidad entre unos gobiernos y otros, y muchas pruebas de que las burocracias meritocráticas conducen a niveles de corrupción menores, a un gobierno más eficaz y a una mayor flexibilidad para adoptar reformas modernizadoras, que las burocracias seleccionadas con criterios políticos.
El libro utiliza una gran cantidad de datos seleccionados de bases de datos de ámbito global para mostrar comparativamente las estructuras burocráticas de más de cien países, con hincapié en casos particulares, como es la relación entre políticos y funcionarios en España y Suecia.
Esta obra supone una destacada contribución a la política comparada y las políticas públicas de buen gobierno, y también a los estudios sobre corrupción. Pero también es una especie de manual sobre las reformas que España necesita para modernizar su administración pública y evitar que se repita el reguero de casos de corrupción de los últimos años.
Un estudio extremadamente documentado, y al mismo tiempo vívido, de la diferencia entre los gobiernos de calidad y los muy mejorables.