Hannah Dunne trabaja en la empresa de seguridad de su padre. Es una francotiradora excepcional y, posiblemente, sería el mejor activo de su equipo, si no fuera por un pequeño e insignificante problema: tiene la peor suerte del mundo y todos sus clientes acaban heridos por causas ajenas a ella.
Sin embargo, cuando hay que proteger al nieto de un mafioso haciéndose pasar por su madre, Hannah es la única candidata que cumple los requisitos.
Aidan Peterson y sus tres hermanos son famosos por cumplir con rotundo éxito todo tipo de misiones, ya sean de rescate o de protección de personalidades. Sin embargo, la última que le han encomendado consiste en ejercer el papel de padre en una extraña familia constituida por una impulsiva chica que a la menor oportunidad lo apunta con su arma, un niño pariente de un mafioso y una mascota bastante peculiar.
¿Conseguirá Aidan llevar a buen término su misión esta vez? ¿O se perderá en ella mientras se enamora de esa alocada y temperamental mujer con la que se ha visto forzado a formar pareja?
La profesión de ambos protagonistas y el entorno (una guerra entre clanes mafiosos) proporciona un contexto muy adecuado para crear una historia ágil y entretenida, con mucha acción.
El ingrediente principal es la guerra de sexos, con los duelos dialécticos tan característicos de la autora.
La autora alterna escenas narradas por ambos protagonistas en primera persona con escenas narradas en tercera persona
El estilo es sencillo y directo, accesible a todos los públicos.
Una novela muy adecuada para los lectores que disfrutan de las historias romántico-eróticas.