Miguel y Adelaida son dos jóvenes que se abren paso a la vida en la Zaragoza de los años 30. Con mucha curiosidad ante el mundo y la vocación de escritor Miguel comienza una investigación sobre una joven chica cuyo extraño entierro presencia en compañía de su amiga Adelaida, una oscura noche en un mausoleo familiar, a la cual alguien le dirige cartas que deja sobre su lápida.
Paralelamente al esclarecimiento de estos hechos seremos testigos de los cambios en la vida de Miguel, el asesinato de su padre, el nuevo marido de su madre, su cambio social con dicho matrimonio y su nueva vida en París huyendo de la guerra civil.
Miguel nunca abandonará su vocación de escritor, pese a los fracasos, tampoco olvidará a esa chica del mausoleo sobre la que seguirá investigando hasta aclarar los hechos y seguirá fiel a su gran amor de juventud: Adelaida.
Ambientada en los años que rodearon la Guerra Civil, no se centra en el conflicto, del que solo muestra las consecuencias y ciertos episodios vividos por personajes secundarios como los fusilamientos o los bombardeos, sino que fija su mirada en las historias que se entretejieron antes, durante y después de la guerra. La autora sabe enfocar la trama en este ambiente, mostrándonos las diferentes etapas de la vida de su protagonista y el día a día de la Zaragoza en los años 30 y 40.
Una historia muy bien tramada, con giros sorprendentes y sin cabos sueltos, que nos habla de la desgracia de la guerra.
Lectura amena y fluida llena de historia, drama y suspense.