Una ola de crímenes angustia al pequeño pueblo de Montgat, sumiendo en la alarma y el espanto a sus habitantes. Los cuerpos de cuatro jóvenes aparecen de forma sucesiva brutalmente mutilados, al parecer, siguiendo un patrón ritual: a todos ellos les falta el corazón.
El asesino tratará de comunicarse con Rafael, el policía al cargo del caso, dejando diferentes pistas en cada una de las escenas del crimen, tratando de enviar algún tipo de mensaje.
Un año después, cuando parecen tener un responsable, David, amigo de las víctimas, insiste en algo que no se han molestado en confirmar.
Lo peor de todo es que nadie da crédito a sus palabras…
El autor consigue darle otra vuelta de tuerca a la narrativa de corte policial y, con una narración muy original, consigue presentar una novela negra con un trasfondo dramático muy interesante.
La narración consigue mantener la atención del lector y, con una trama bien hilada, guiar la narración hasta un final sorprendente.
Una novela estupenda para aficionados al género negro. De ágil lectura y con todos los ingredientes propios del género.