María, una joven con un hijo adolescente, se prepara para afrontar las vacaciones estivales en el pueblo de su exmarido. Solo hay un pequeñísimo problema. ¡Odia el pueblo! ¿Qué va a hacer allí durante todo un mes? ¿Visitar el castillo? ¿Bañarse en la fuente? ¿Pasear? ¡Aburrirse como una ostra! O quizá no.
Un día, harta del calor, se escapa al bosque. Sus pasos la llevan hasta una cabaña escondida, donde experimentará juegos prohibidos a manos de un hombre que impide que le vea el rostro… Un desconocido que le susurra órdenes y al que desea más de lo que jamás pudo imaginar. Un extraño que satisface sus más íntimos deseos, y del que es incapaz de alejarse.
¿Podrá ignorar sus más secretas fantasías o se rendirá a ellas… a él, a un hombre al que ni siquiera conoce?
Narrada con un estilo ágil.
Escenas eróticas de alto voltaje intensas, detallas y muy sensuales.
La autora consigue que empaticemos con la protagonista.
Una historia en la que predominan el romanticismo y el amor, aderezada con unas notas de misterio.
Una trama original, con mucho morbo y que no cae en estereotipos.