Es un caso único en la literatura española. Se dio a conocer en los años sesenta con novelas como Las ciegas hormigas (1961, Tusquets Editores, 2010), ganadora del Premio Nadal y del Premio de la Crítica, o Seno, finalista del Planeta en 1971. Pero tras ese comienzo exitoso, Pinilla decidió publicar sólo en pequeñas editoriales durante más de treinta años. La publicación en 2004 y 2005 de Verdes valles, colinas rojas, una excepcional trilogía compuesta por La tierra convulsa, Los cuerpos desnudos y Las cenizas del hierro –Premio Euskadi, Premio Nacional de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa– devolvió a Pinilla a la palestra y descubrió a muchos que se trataba de uno de los grandes escritores contemporáneos.