La tecnología actual tiene pocas limitaciones. Hasta ahora hemos construido ecosistemas empresariales en los que el incentivo para desarrollar cualquier cosa nos ha llevado a progresar de manera rapidísima, a crear un escenario que multiplica por mucho el dinamismo innovador de cualquier tiempo pasado, y a acelerar el bienestar y el nivel de desarrollo de la gran mayoría de la población.
Pero este escenario está plagado de riesgos. La competencia incesante, además del progreso, ha llevado a la civilización humana a un escenario de emergencia climática insostenible en el que su final ya no es algo descartable. Por eso es necesario poner en duda el modelo y la noción de crecimiento sin límite que hemos mantenido desde la Revolución Industrial.
Enrique Dans, uno de los especialistas en tecnología más reputados del mundo hispano, aborda a partir de numerosos estudios científicos, pero también de historias personales, experiencias empresariales e indicadores económicos, la pregunta qué todos nos hacemos: ¿cómo será el futuro? ¿Qué impacto tendrá en él la tecnología? ¿Cómo puede esta ayudarnos a resolver nuestros problemas más acuciantes?
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A veces imaginamos el futuro de manera superficial. Pensamos que ya no tendremos que encender la luz con un interruptor, sino que le pediremos a Alexa que lo haga. Creemos que el mañana es un coche que no necesita conductor o un reloj que controla los parámetros corporales.
Nada de esto es trivial y, como explica este libro, puede hacer que nuestra vida sea mejor y más cómoda. Pero esta percepción resulta increíblemente reduccionista en un contexto como el actual, en el que existe la posibilidad de que por culpa de nuestra inacción ante la emergencia climática el futuro no exista.
No se trata de una hipótesis: es una amenaza real provocada por la competencia entre empresas y países que ha tenido lugar desde la Revolución Industrial. El futuro es ser capaces de tener un mañana. El futuro es mirar hacia delante con realismo. El futuro, si lo pensamos bien, ya está aquí.