Dos sicarios del futuro (Ben y Lex) se enfrentan al encargo más peligroso de su carrera, en un mundo sacudido por el odio, la violencia y el yihadismo. Deberán viajar desde Madrid Veinte hasta Gibraltar.
Su búsqueda de venganza les conduce a una aventura implacable, en mitad de una guerra, y una crisis de emociones absorbentes, aunque pongan en riesgo sus vidas.
En su viaje tropiezan con un objetivo más peligroso y difícil de lo que cabría imaginar (Goc), y en la cima del dolor no hay tiempo para lágrimas.
Directo y claro, un relato que invita a la reflexión.
Una novela en la que, partiendo de la idea de un futuro en el que la humanidad está abocada a la extinción, nos cuenta una historia en la que aparecen diversas ideas políticas, filosóficas, morales y sociales.
Combina el relato y el pensamiento crítico en una historia que te hace razonar en todo momento, analizar la situación ahora de cara al futuro, consiguiendo que el lector sea una parte fundamental de la novela.
El autor consigue que el argumento de la obra, pese a ser similar al de otras novelas postapocalípticas mantenga un frescor y originalidad.
A diferencia de otras novelas del género, el relato comienza con un fragmento de un manuscrito encontrado que supuestamente ha sido escrito por nuestro protagonista, un protagonista que conseguirá escapar haciendo que permanezca viva la esperanza.
Sicarios del futuro es una novela de ágil lectura, favorecida entre otras cosas por la rápida sucesión de acontecimientos y por la estructura dialogal del relato.
A lo largo de la historia el lector puede sacar sus propias conclusiones y hacer sus comparaciones con respecto a la época actual, época que sería la antesala para los relatos que nos cuentan en la novela.
La simplicidad del número de personajes y del argumento hace que la obra sea mucho más atractiva para el lector ya que nos encontramos con un relato directo que deja las ideas claras y que en definitiva cuenta lo que tiene que contar.