A todos nos gustaría que las rupturas, ya sean sentimentales, familiares, profesionales o de cualquier otra índole, fueran un corte repentino y limpio, pero en realidad son un desgarro constante, un largo trabajo íntimo de liberación, de distanciamiento y de apaciguamiento afectivo.
A menudo tenemos la sensación de no ser quienes somos, de estar interpretando un papel al margen de nuestra propia vida, como si hubiese una cortina de niebla que la vuelve sosa, insípida, anodina. Las rupturas sacan a flote este yo interior y crean las condiciones necesarias para la aparición y la realización de nuestra propia identidad.
La filósofa Claire Marin explora en este audiolibro las diferentes situaciones de ruptura a las que podemos vernos expuestos y nos muestra cómo podemos convertirlas en un revulsivo con el que reinventar nuestra vida.
Porque ya sean voluntarias o involuntarias, trágicas o alegres, visibles o invisibles, las rupturas marcan nuestra existencia, nos transforman y nos desafían a explorarnos profundamente. Por eso, es importante que aprendamos a aplacar la violencia de los sentimientos que suscitan las rupturas en nuestro interior, tolerarlos como efecto inevitable y controlarlos progresivamente para asumir nuestra propia identidad.
Es decir, para salir de ellas siendo más fuertes.
«Las rupturas son nuestras, tanto si las decidimos nosotros como si las sufrimos. Romper con la familia, con los amigos, con la pareja, con el entorno, cambiar de trabajo, de país, de idioma… Las rupturas nos forman, quizá más aún que los vínculos. Lo que nos define se crea tanto con las bifurcaciones como con las líneas rectas, tanto con los desvíos de la ruta, con los incumplimientos de contrato como con el contrato en sí. ¿Qué nos enseñan estas «derivas» que nos desvían de nuestra vida? ¿En qué se basa su acción reveladora o creadora? En que interrogan al sujeto, sea en la exaltación de una libertad nueva o en una soledad dolorosa, y en que le obligan a redefinirse o quizá a renunciar a la propia idea de la definición personal.»
Claire Marin