Desde la Transición, tanto el PSOE como el PP han priorizado sus intereses partidistas y evitado tomar conciencia de la importancia clave que tienen las lenguas para la convivencia en España. Al mismo tiempo, los gobiernos auto-nómicos nacionalistas han aprovechado todos los recursos políticos a su alcan-ce para aprobar normativas que no han sido más que un intento de imponer el monolingüismo en sus comunidades.
Este libro aboga por promulgar una ley que considere a todas las lenguas como lenguas del Estado y deje de lado propuestas que sólo pretenden defender a una de ellas. Un proyecto global y ecuánime que comprenda a todas las len-guas oficiales y sus hablantes y, lo más importante, que tenga una firme y clara voluntad de inclusión. Con ese fin, pone sobre la mesa varios ejes a partir de los cuales sea posible superar las limitaciones y los malentendidos que, desde la recuperación de la democracia, el plurilingüismo ha provocado en nuestro país.
A pesar de que nuestra Constitución reconoce la diversidad lingüística, pues considera espa-ñolas todas las lenguas que se hablan en su territorio y otorga carácter oficial a aquellas así declaradas en los estatutos de sus comunida- des, nuestro país no ha sabido afrontar real-mente esta cuestión, que sigue tensionando nuestra vida política.
En este libro reflexivo, ecuánime y racionalis- ta, Mercé Vilarrubias propone una hoja de ruta para la creación de una Ley de Lenguas Ofi- ciales. Una norma de ámbito estatal que obli- gue a los partidos nacionales a abandonar su tradicional pasividad y que suponga el recono-cimiento de las responsabilidades que tiene el Estado ante la realidad del plurilingüismo del país y los conflictos que éste produce.