Profundo intercambio poético entre la vanguardia y los elementos ancestrales del imaginario rural.
Otro cielo despliega rotundos poemas de un poderoso imaginario espiritual y rural a través de la herencia que van dejando los antepasados, los desaparecidos, los olvidados, los insumisos, los huidos…
Además, incluye prosas poéticas que retratan la infancia y la vejez en soledad en la aldea y ese imaginario del olvido que atraviesa todo el libro. Y también poemas más breves, cercanos al aforismo, en los que se abordan temas centrales de la poesía e inquietudes personales como el miedo, el silencio, el vacío, las herencias, el terruño y el paisaje, para cerrar con una profunda reflexión poética.
"Hasier es un labrador del lenguaje. En Otro cielo el poema (cada poema) toma la forma de un gran laberinto, para que podamos perdernos y luego reencontrarnos, quizás purificados, sintiéndolo todo inesperado y nuevo. El territorio habitado —y el recordado, un territorio mitificado también—, corresponde únicamente a la memoria personal, la del poeta que lo canta para conquistarlo, refugio a la vez íntimo, y a veces doloroso, pero de sanación. Hasier demuestra poseer una manera especial de acercarse a las cosas, de apaciguarlas y dialogar con ellas, de nombrarlas dotándolas de significados asombrosos. El cielo (el otro cielo) es el que ha trascendido la primera mirada para hacerse poesía e ir mucho más allá. Es este un libro de momentos irrepetibles" [Aitor Franco].
"Con su nuevo poemario, Otro cielo, editado bellísimamente por Espasa en su colección de poesía, la voz de Hasier acaba de redondear con mucho tino su telar lírico, su hermoso bastidor de la inocencia, a la vez también de vértigo y asombro, donde cose con un estilo delicioso, en estado de gracia, escenas sugerentes, temblorosamente fragantes, de su ayer. Como cuando nos dice: «Anticiparnos/ a los ciclos de la tierra,/ del cielo y sus pulsaciones/ supuso/ expandir las alas de la ingenuidad», Alejandro López Andrada, Cuadernos del Sur.
"Otro cielo es un poemario hecho desde la verdad; donde la voz poética vive, respira, sueña como puede hacerlo cualquiera. Es un poemario que sabe encontrar su fortaleza en lo cotidiano, en la naturalidad de las gentes. Se baja de la tribuna y la voz poética es una más entre la muchedumbre en el mejor de los sentidos. Sinceramente: una de las mayores virtudes de la poesía me parece esta, la honestidad, la correspondencia entre la interioridad del sujeto y la exterioridad de la palabra" [Javier Vicedo].