Cuando nuestra protagonista se traslada a Inglaterra para perseguir el trabajo de sus sueños, nadie la advirtió de que mudarse a otro país podía convertirse en un mar de aventuras o en un inevitable charco de mie….
Para su desgracia, su nueva vida se inclina hacia esta segunda opción y, como decía Murphy: “si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal”. A pesar de todos los desastres e imprevistos, su experiencia en el extranjero estará llena de momentos únicos y de increíbles fiestas repletas de posibilidades para alguien como ella, quien quizás acabe con el corazón partido en dos… (¿O puede que más?), pedazos.
Escrito con ironía y mucho humor, Me voy porque quiero, no porque me echen nos cuenta las vivencias y tropiezos de una joven que se muda a un Londres idealizado que le resulta, a ratos, un tanto surrealista.
Una novela que se ajusta perfectamente al género Chick lit y con la que las lectoras disfrutarán mucho, con situaciones y giros sorprendentes.
Una comedia romántica que, además del «chica conoce a chico», destaca por su tono rápido, directo, desenfadado, atrevido e incluso un poco irreverente.
Trata un tema tan actual como la migración de los jóvenes, le da una vuelta de tuerca más y se aleja de la historia a la que se pueda estar acostumbrado. Además su tono humorístico y el trasfondo realista lo hace accesible a un amplio espectro de lectores, no solo jóvenes y no solo mujeres.