Ya era hora de que la formación universitaria soltara lastre y se adaptara a las nuevas circunstancias; borrón y cuenta nueva. Sin embargo, no deberíamos estar tan satisfechos.
La razón de ser de esta emblemática institución no es solo adaptarse a los vientos que soplan en cada época y acomodarse a las características del estudiante que se le presenta en cada momento. Hay otras cuestiones importantísimas e imperecederas que hoy no se consideran como merecen, y eso está provocando que la formación universitaria se desvirtúe o, en el mejor de los casos, quede a medio hacer. No va bien la cosa si hay estudiantes que piensan que la universidad es un lugar de paso, si no esperan de ella nada más que un título académico que sea rentable.
En La universidad light encontramos un revelador análisis que señala que la formación universitaria actual es incompleta, pues se está perdiendo la oportunidad de vivir la verdadera aventura que debería proporcionar.
El autor tiene varios trabajos publicados sobre la formación universitaria y sus líneas de investigación se centran en los valores y la ética de la formación universitaria.
En este libro desarrolla un concepto nuevo, el de “universidad light” para denunciar la falta de valores que sufre nuestro actual modelo universitario.