La longevidad, entendida como el fenómeno en el que una gran mayoría de seres humanos alcanzan edades avanzadas con buena salud, es muy reciente. En España, a principios del siglo XX, sólo uno de cada cien habitantes llegaba a los sesenta y cinco años, hoy, el 95 por ciento de las personas los supera.
Gracias a los avances médicos disfrutamos de un extra de quince años de vida. Esto ha propiciado la aparición de una nueva etapa vital entre los cincuenta y setenta años que se ha bautizado como la generación silver. La revolución de las canas traerá un cambio radical porque permitirá que millones de personas de esa edad sigan trabajando, ahorrando, creando y consumiendo. Lo que hará posible que nazcan nuevas industrias para servirles y nuevos emprendedores, muchos de ellos séniores, que encuentren oportunidades donde nadie pensó que podía haberlas.
En los últimos tiempos el debate sobre el envejecimiento de la población ha alcanzado tintes cuasi apocalípticos. No obstante, para gestionar con éxito los cambios en la pirámide poblacional, hay que dejar de hablar sobre los problemas y riesgos para empezar a poner el acento en las soluciones y en las oportunidades. La salud, las finanzas, la vivienda e incluso el mercado laboral, la educación y las ciudades son ámbitos que se transformarán en íntima conexión con la tecnología para adaptarse a la irrupción de la longevidad.