Los datos son el combustible de la inteligencia artificial. Dicen tanto de nuestro comportamiento e interacciones y de cómo nos relacionamos con el entorno que, con la ayuda de potentes ordenadores y sofisticadas técnicas estadísticas, y en conjunción con la inteligencia artificial, pueden transformar para mejor la vida de millones de personas.
Casi todos los problemas importantes del ser humano se pueden abordar usando los datos y la inteligencia artificial. Y, en este mismo momento, los algoritmos de inteligencia artificial están intentando predecir tu próximo movimiento, aprendiendo a conducir y luchando contra el cáncer. Allá donde haya una base de macrodatos, probablemente haya un algoritmo de inteligencia artificial trabajando para aprender lo que pueda de ellos. Y es que estos datos pueden ayudar a prevenir enfermedades, epidemias y catástrofes, permitir que las personas con discapacidades disfruten de una vida mejor, optimizar los recursos escasos y trabajar en favor de la inclusión, la seguridad y la equidad.
Este fascinante libro plantea un recorrido por la historia de los datos, una mirada extraordinaria a su funcionamiento, un mapeo de las redes, el retrato de los gurús de los macrodatos y el futuro del internet de las cosas y de la inteligencia artificial. En él, Pablo Rodríguez desarrolla el que tal vez sea el análisis más completo de la próxima gran revolución que vamos a experimentar los humanos.
Pablo Rodríguez ha visitado organizaciones internacionales de desarrollo y cooperación, equipos de liderazgo y creatividad, hospitales, ha conocido en profundidad los centros de datos y recorrido el núcleo mismo de la red. Aplicando este aprendizaje, nos cuenta la extraordinaria historia de cómo los datos y la inteligencia artificial pueden ayudar a resolver los problemas de médicos y enfermos, ingenieros de redes y activistas en defensa de los derechos humanos. Pero también de entrenadores de fútbol, artistas, cocineros, empresas y, en general, de todos los individuos.
Aunque parezca paradójico, cuando tenga lugar la revolución de la inteligencia artificial, que probablemente cambiará nuestras vidas de manera drástica, las personas deberán ser consideradas un elemento central, de manera que no sean sustituidas, sino que vean completadas sus capacidades.