De los neandertales a las víctimas de la globalización
Un homenaje a los agentes de la historia que han quedado fuera de la crónica oficial o han sufrido su desprecio.
Dicen que la historia la escriben siempre los vencedores y, al hacerlo, dejan fuera a los perdedores, los ignoran o los tratan de tal manera que provocan hacia ellos desprecio e incluso odio. El pasado debe narrarse como fue, o al menos como el historiador, a la vista de sus fuentes, cree que fue, sin hipotecas de ideas o intereses, desde la honestidad y el rigor intelectual. Y hacerlo así exige dar voz a quienes han sido privados de ella y escuchar al menos su versión de los hechos para construir un relato equilibrado de nuestro acontecer como especie.
Historia de los perdedores no habla de guerras ni de batallas; habla de personas, gentes y pueblos. Por sus páginas desfilan herejes y extranjeros, locos y marginados, brujas y mendigos; pero también reyes desheredados, soñadores a destiempo, rebeldes sin causa, amantes de lo prohibido, caminantes sin camino… y pretende, sobre todo, contar la historia de otra forma, distinta a la tradicional. Como escribió Nietzsche: «Necesitamos de la historia, pero la necesitamos de otra manera a como la necesita el holgazán mimado en los jardines del saber».
Los libros de Historia interesan, y aquellos que la cuentan desde una perspectiva diferente, quizá más. Hay muchos ejemplos, desde las obras de Nieves Concostrina hasta títulos como Eso no estaba en mi libro de Historia de España o La historia como nunca antes te la habían contado (más de 23.000 ejemplares vendidos).
El planteamiento de este libro es totalmente novedoso e innovador. Ese es su gran atractivo comercial, ya que cubre un hueco en el mercado que no había sido abordado, o muy poco y superficialmente, hasta la fecha. El lector empatizará con aquellos que no pudieron contar «su propio relato de la historia».