Dos de las personas más importantes de un pequeño pueblo de Cuenca, el alcalde y el médico, aparecen destripados en sus domicilios a finales de los años 50.
Desde la Comandancia de la capital se envía al brigada Valencia, para que ayude a los guardias civiles rurales en la resolución de los crímenes.
Varios sospechosos serán investigados y aparecerá el pasado para ajustar cuentas.
Una trepidante novela de intriga, con un final inesperado, en la línea de las anteriores novelas del autor.
Esta novela ha sido nominada al Premio Premio Tormo negro Masfarné. Premio que en anteriores ediciones ganaron autores de la talla de Lorenzo Silva, Bernard Minier o Víctor del Árbol.
En mis manos levanto una tormenta no solo es una novela negra que gustará a los seguidores del género, es, además, un retrato de una época y un tipo de personajes muy peculiares que ahora parecen casi antediluvianos.
Jorge Ortega García, como sucede con la obra de Andrea Camilleri, logra plasmar en palabras un estilo de vida en particular, dando sutiles detalles de ese ambiente tan costumbrista. Si nadie nos dijera que es ficción, creeríamos que estamos ante hechos reales.
Una obra con la perfecta combinación de novela policíaca e histórica.
El autor nos traslada al mundo rural de posguerra en el que la pobreza es latente y las diferencias son evidentes, un ambiente en el que la falta de cultura y el analfabetismo está por todas partes.