En noviembre de 1847 la Liga de los Comunistas encargó a unos aún veinteañeros Karl Marx y Friedrich Engels la redacción de un programa detallado del partido, destinado a la población general. El resultado, publicado pocos meses después, fue un texto que el tiempo ha convertido en icónico, citado y parafraseado mil veces, en el que resuenan como martillazos párrafos enteros sobre la crisis, la globalización o la lucha de clases, muchos de los cuales no han perdido un ápice de su vigencia. Un documento histórico, en suma, que brilla con luz propia en esta nueva traducción del original alemán.
«Los comunistas no están dispuestos a disimular sus ideas y sus intenciones. Declaran abiertamente que solo podrán alcanzar sus objetivos mediante el derribo violento de todo el ordenamiento social actual. ¡Que tiemblen las clases dominantes si se desencadena una revolución comunista! En ella, los proletarios solo tienen una cosa que perder: sus cadenas. Y tienen todo un mundo que ganar. ¡Proletarios de todos los países, uníos!»