Fiel a su poética, Néstore nos acerca al deseo. Su vivencia, su reivindicación
Deseo de ser árbol es un poemario valiente, honesto, que arroja la luz sobre los conflictos con la familia, el amor y el deseo.
Ángelo Néstore, fiel a su poética, nos ofrece un acercamiento al deseo y su potencialidad que se materializa en la infancia y el entorno familiar, escenarios en los que se forja ese impulso y se limita su poder. Desde ese lugar nos sitúa ante un conflicto que nos libera y nos plantea otras formas de imaginar, de disfrutar y de amar orientadas hacia lo colectivo, lo orgánico y lo animal con el fin de proponer comunidades de afecto en las que otras formas de goce y placer sean posibles.
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«En Deseo de ser árbol la propia vivencia emocional no es la protagonista, sino que más bien es el aprendizaje mismo de esa vivencia en el tiempo, el que ocupa todo el centro del libro y le da sentido y gravidez a cada poema. Estamos, diría yo, ante un viaje interpretado desde un presente que mira hacia atrás con dolor y ternura a la vez, sin desviar la mirada ni evadir los recuerods; un ejercicio de memoria que recupera la propia vida desde una autoconciencia de sí misma, desde la distancia de la observación del sí mismo, y que es en sí todo un ejercicio de introspección, activismo y altura poética», Luisa Castro, «La soledad tiene nombre de jardín: vitalidad y resistencia», Turia.
«La fugacidad de la existencia y el poder omnímodo de la muerte se alían ahora con la danza de Eros y con la “leve dentellada” del deseo. En contraste con el árbol apenas sensitivo de Rubén Darío, el que planta Néstore aspira a dar fruto y recibir abrazos. Más allá del peso secular de la genealogía, los versos finales apuestan por mirar atrás sin ira y seguir adelante: “Sacudirme la historia / de los hombros. / Celebrar el polvo”. En definitiva, he aquí un extraordinario elogio de la diversidad que no se deja encerrar en celdas binarias ni reducir a credos maniqueos», Luis Bagué Quílez, Babelia.
«¿Quién nos devuelve el amor perdido a quienes hemos vivido una infancia queer? La ternura que pudo ser, la alegría que pudo ser de no haber estado ahí la violencia represiva de la norma. Tal vez lo más importante en este poemario sea la forma en que la voz poética mueve el cuerpo adulto en el "ahora" de la escritura, como si se tratase de un instrumento para servir a los anhelos del cuerpo del pasado. En un acto de reparación» [del prólogo, Sara Torres].
«Conocer a Ángelo Néstore me ha hecho mejor poeta, alguien con menos miedo a asomarme a los abismos. Lo más hermoso ocurre al otro lado: en su caso, un arte que se expande y se proyecta siempre en direcciones imprevistas» [del epílogo, Rosa Berbel].